Carta a la amante de mi esposo

Mentiría si dijese que no me he torturado por mucho tiempo pensando qué tienes tú, en qué eres mejor que yo… ¿por qué los besos del hombre que por tantos años he amado te pertenecen ahora?

He pasado noches enteras llorando, pidiendo a Dios una explicación, reprochando a la vida la dolorosa jugada que me ha hecho… sin embargo, hoy entiendo que no eres mejor que yo en ningún aspecto, ¿que eres bonita? no puedo negarlo, lo eres, también más joven, ¿más inteligente? no lo sé, pero desde esta perspectiva no lo pareces.

Alguien que accede a estar con un hombre casado, que tiene hijos y un hogar, no parece tener una gota de inteligencia o sentimientos… así amiga mía, me has hecho pasar noches enteras sufriendo por tu existencia, pero ¿sabes? hoy no puedo sentir por ti más que lástima… así es, lástima. Lamento decirte que siempre serás en su vida la segunda, la madrastra de sus hijos; él siempre tendrá hacia ti un resentimiento oculto, porque de algún modo te culpará por haber terminado con su matrimonio.

¿Te quiere? no dudo que te quiera como se quiere a los juguetes nuevos, como se quiere el carro del vecino por ser más bonito que el tuyo; sin embargo siento por ti lástima, porque detrás de ustedes siempre existirá la sombra del amor de su vida, de la mujer que le dio a sus dos hermosos hijos, de ella con la que compartió ante el altar la promesa de amarle por el resto de su vida.

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Siempre seré mas importante yo por ser la madre de las personitas que él más ama. No puedo evitar querida amiga, sentir lástima por ti, por tus sueños de fantasía, por tus planes de formar con él una familia; tal vez este sueño les dure mucho tiempo, pero puedes estar segura de que él no ha dejado de amarme.

Siento por ti lástima, porque pasa las noches contigo. Te besa a ti, a ti te toma de la mano, comparte contigo sus días y te habla de su trabajo… eres hoy quien visita a sus padres y con quien comparte la mesa, pero ¿sabes? no habrá de olvidarme jamás, siempre sentirá un amor puro y limpio hacia mí, un amor que tú no podrías entender porque lo que hoy les une es la pasión, lo que le atrajo a ti fueron las ganas de escuchar otra risa, de besar otros labios, fue su ego que quería sentir que podía tener a otra, porque sí, tú eres la otra.

¿Que cómo puedo estar tan segura de todo esto, amiga mía? pues es sencillo, lo sé porque hoy me lo ha dicho. Sí, el hombre al que tanto amas, ese que tienes esta noche en tu cama, el que te ha hecho creer que lo eres todo…