Carta a tu ausencia…
Cariño mío:
No tienes idea de cómo te extraño, de cómo el silencio me ahoga cada noche mientras cierro los ojos y te imagino sonriendo bajo el arrullo del cielo. Durante estos días de tu ausencia, he intentado apartarte de mi mente y sacarte de mi sangre, pero en vista de que sólo son intentos fallidos, he comenzado a sacarte entre mis letras y mis suspiros.
Que para ser franca, este acto amoroso ha terminado convirtiéndose en masivas exhalaciones de agonía, que se desvanecen en la soledad de mi cuarto, como si sólo fueran parte del aire que se escapa por mi ventana. Sin embargo, para mí es como la vida misma que se desvanece entre mis manos.
Y es que muero de tristeza al saberte lejano, estos recuerdos y pensamientos tercos que brotan a cada instante de mi mente, se han vuelto una tortura constante para recordarme que existes, que no eres un sueño ni formas parte de mi imaginación, que vives en mí, pero que no estás, que tu ausencia duele y quema por dentro…
Y que mientras tú estás disfrutando de la plenitud de tu sueño, yo estoy aquí soñándote con los ojos abiertos.