Comprendí que era mejor dejarte ir…
¿Aún me recuerdas?
Hoy me acordé de ti, y no lo hice porque me hicieras falta, sino porque he comprendido que tenías que irte, que era el momento de buscar nuevas vidas; comprendí que eso sería lo mejor…
Vienen a mi memoria aquellos días en los que preferías irte y dejarme sola, no querías pasar un rato juntos, sonriendo, pensando en que éramos algo que no podía destruirse, éramos un juramento de amor que nadie destruiría… Pero fuimos los protagonistas de la catástrofe que sufrió nuestro propio amor.
Los dos dejamos pasar los detalles que antes nos hacían felices; dejamos de escribirnos textos por las noches, sólo para hacerle saber el uno al otro que aún estaba ahí. Desaparecieron esos besos en los labios que parecían unir más nuestras almas. Tu mirada me dijo un día que estabas cansado de esto, que las cosas ya no eran iguales y que pronto se consumiría el poco calor que en nuestros cuerpos corría; que iríamos a ver nuevas estrellas, en un universo nuevo, diferente al nuestro. Tu mente se encontraba ausente y distante de mí, de las pocas y últimas caricias que tenía para darte…
El placer de estar tumbados en una cama, llenos de placer… Había desaparecido también.
Pasaron desapercibidas esas fechas que nos hacían sentir orgullosos de tenernos, pasaron y tomarlo mucho en cuenta… Ya no estabas más aquí.
Poco a poco fui perdiendo en el intento de recuperarte, de volver a tenerte entre mis brazos y susurrarte cuando te amaba. Me volví más fría, me quedaba ciega ante tus próximas mentiras… Esa magia de quererte había desaparecido.
De pronto llegó el día. Llegó el día en que dijiste adiós sin mirar atrás, tomando tus sentimientos fuertemente para que no escaparan de tus brazos y corrieran hacía los míos, sólo para hacernos pensar que eso era un error. Te fuiste llevándote un poco de ese amor que nos tuvimos; te llevaste momentos y recuerdos que vivimos juntos. Tuve que decir adiós de igual manera, ya no podía detenerte, no podía quedarme tampoco…
Desde aquel día me acuerdo de ti de vez en cuando, pero hoy lo hice sin extrañarte, sólo me quedó recordar un buen momento, una bella historia que construimos algún día tú y yo.
Quiero que sepas que esos pedazos rotos que quedaron de nuestro amor… Los he vuelto a reconstruir.
Espero que desde donde estés, me recuerdes, así como hoy yo me acordé de ti.
Que la felicidad abunde en ti, y que la vida nos haga entender que las historias se construyen para hacerlas buenos recuerdos, y no para vivir aferrados a ellas…
¡COMPRENDÍ QUE ERA MEJOR DEJARTE IR!