Los elegidos… Parte 3
La chica que bebió el agua, empezó a gritar… De pronto se tornó a un color como pálido, no controlaba sus movimientos de la cabeza y sacaba mucho la lengua, ella misma empezó a ahorcarse y se puso toda amarilla, sus ojos sangraban y eran color como azul agrisado o como muy empañados, nadie quería acercarse a ella, empezó a llorar y se tiró en posición fetal, comenzó a patalear, de pronto dejó de moverse.
Brandon y los más grandes estaban atónitos, pero trataban de calmarnos, decidieron que el mayor iría a ver si ella seguía viva, nosotros estábamos inmóviles; cuando el mayor empezó a moverse todos observamos con cuidado, hasta que por fin llegó hacia ella.
- Disculpa, ¿Te encuentras bien? – Empezó a moverla un poco – ¿Me oyes?
Todos observábamos y nadie se animaba a acercarse.
- ¿Puedes escucharme? – ¡Ahhhh!
La chica se levantó y empezó a ahorcarlo.
- ¡Quieren agua!, ¡Tomen de esta!, ¡Malditos! – Decía mientras lo ahorcaba, sólo que su voz se escuchaba muy ronca.
Otro de los chicos se incorporó y empezó a golpear a la chica, logrando que soltará a nuestro compañero, presenciamos esa escena como por cinco minutos hasta que por fin lograron deshacerse de ella.
- ¿Estás bien?
- Sólo me hizo unos rasguños, estoy bien.
Todos nos acercamos a observar a la chica, quien extrañamente ya tenía su forma real, segundos después desapareció, nadie más se animó a beber de esa fuente; así que seguimos caminando sin un rumbo fijo, nadie sabía ni podía darse una explicación, simplemente no sabíamos que pasaba, que nos había traído aquí ni él porque sólo éramos nosotros, lo único que quedaba claro era que debíamos permanecer juntos.
Llevábamos varias horas caminando, había varios que ya no tenían fuerzas y hacía un calor extremo que iba aumentando conforme más caminábamos.
Pasaron como quince minutos, entonces todo se iluminó de rojo y nuevamente escuchamos esa voz:
“Se ven todos con sed, me imagino que un poco de agua no les vendría mal”
Aparecieron unos pequeños garrafones individuales con agua y además un poco de comida, claro a nadie le vendría mal, el problema era que todos sentíamos desconfianza, pero esa extraña voz volvió a intervenir:
“Esto consiste en que cada uno debe correr hacia ese kit de agua y comida, aquel que no corra será devorado, quiero conocer a los más fuertes y rápidos”.
Nuevamente reinó el silencio, teníamos una incógnita, ¿Quién nos devoraría?
Luego de 10 minutos unos ascensores descendieron y escuchamos un rugido muy potente, los ascensores se abrieron y de ellos salieron unas criaturas extrañas parecidas a un rottweiler, todas salivando, al parecer ellas al igual que nosotros tenían hambre y sed, pero sed de sangre, no esperamos ninguna señal de pronto vi que ya estábamos corriendo de esas criaturas que se empeñaban en comer algo de nosotros, todos tenían algo en mente debíamos sobrevivir, algunos hasta se nos olvidó que teníamos hambre y sed, todos tenían un objetivo “VIVIR”.
A lo lejos veía como Brandon corría del que lo perseguía, extrañamente todos corríamos en línea recta, entonces una de esas criaturas me alcanzó, lo único que hice fue ponerme en posición fetal y gritar, porque ya no podía ni llorar, sentí que estaba llegando a mi fin, hasta que escuché como la criatura dio un chillido y alguien la lanzaba levante la vista y era Brandon, me estaba defendiendo, pateaba y golpeaba a esa criatura, pero al parecer se defendían entre ellas porque algunas regresaron a ver y se amontonaron alrededor de él y entre todos lo atacaban, yo seguía sin levantarme y agarre valor, quise defenderlo.
- ¡Brandon aguanta! – Nadie respondía – ¡Brandon!, ¡Por favor, responde!
- ¡Vete!, ¡Sobrevive!, ¡Vete!, ¡Ve…!
Ya no volví a escucharlo, pero sin darme cuenta ya estaba corriendo, a lo lejos veía algunos que por la sed y cansancio ya no aguantaban y al igual que a mi esas criaturas los atraparon pero ellos no tenían un Brandon que los defendiera, no tenían a nadie con ellos; llegué a un punto junto con otros de mis compañeros confusos donde esas criaturas empezaron a disminuir de tamaño y poco a poco se iban convirtiendo en cachorros de rottweiler, no sé cuántos quedábamos, pero ya no veía a varios, sentía un vacío enorme, no sé si era por la pérdida de Brandon, mis abuelos o a que se debía, pero me sentía desolado; el color rojo que anteriormente iluminó el lugar ya no estaba y todo otra vez se veía medio oscuro, y poco a poco se iluminó y de pronto ya no estábamos en ese ambiente desértico, el ambiente estaba un poco más verde y fresco, los kits de agua y comida ya estaban frente a nosotros y otra vez esa voz intervino:
“Muy bien al parecer hay algunos rápidos, inteligentes y bueno indefensos, lástima que no todos tenían quien los defendiera, tomen sus kits y buen provecho queridos “60”, por cierto disfruten sus cachorros”
Miré hacia abajo y efectivamente tenía un cachorro a mis pies, sentí un inmenso coraje, acababa de ver como estos “indefensos” cachorros se devoraron a mis compañeros y ahora me tenían que acompañar, no tenía ni hambre, pero debía comer y lo hice; empecé a buscar entre todos a Jacob mi salvador, de pronto él llegó al parecer también me buscaba.
- No veo a Brandon.
- Trato de salvarme, vi como lo devoraron.
- ¡Carajos!, ¡Eres un maldito problema! – También se veía muy triste.
- Perdón, no pude hacer nada – Empecé a llorar.
- No llores Luck, creo que debemos hacer lo que él, defendernos entre nosotros, ¿No crees?
- Sí, no quiero este animal – Señalé al perro.
- Bueno al parecer es de nosotros así que ni modos.
Empezamos a caminar, el suelo estaba normal, el ambiente se veía normal, no había nada raro, al parecer tendríamos un rato de tranquilidad, todos esperábamos que toda esta pesadilla terminará.
Sólo algo quedaba claro, esto era como un juego de sobrevivencia y alguien en algún sitio se estaba divirtiendo tanto al vernos confundidos, torpes e indefensos, al parecer querían ver cuántos o quien lograba superar todo esto.