Mi alma es, como la Luna y el Mar
He pasado la noche mirando la Luna. Sentada y absorta en la negrura del Mar que a ratos parece destellar en fulgores azules. Estoy a la orilla del Mar, viendo este majestuoso astro, esta Luna que voy contemplando a destiempo, en el manto oscuro de la noche, así a media existencia está la Luna, así; a media existencia estoy yo.
La Luna y el Mar son mi alma…
Mi alma está llena de una luz que en penurias brilla, porque busca no perecer desolada cuando algo la ha lastimado. Es tímida mi alma y pocas veces se muestra entera. Muchos han envidiado mi alma como envidian la Luna y pocos han amado a mi alma como los enamorados eternos aman la Luna. Esa Luna cómplice de sus románticos y furtivos encuentros. Aman la Luna que irradia la luz que ilumina los deliciosos cuerpos de sus amantes desnudos, pero cuando aquello termina; abandonan la Luna y la odian a ella por los secretos memorables que sólo ella guarda.
Ella no habla, la Luna no habla; pero lastimeramente se duele el perder la compañía, pues sola en el firmamento, volverá a estar. Y se irá y desaparecerá por un tiempo hasta que nuevos amantes de ella se enamoren, y poco a poco se mostrará, tímidamente hasta completa dejarse ver. Así es mi alma. Mi alma solitaria que por días brilla, pero que se esconde pues nada en la vida le ha sido fiel. La Luna de mi alma.
El Mar es mi alma. Con oscuros y profundos secretos jamás develados. El Mar enigmático y jamás completamente explorado. Guarda en su interior tesoros inimaginables, guarda en su interior peligros indescifrables. Criaturas míticas y otras sin descubrir. El Mar es profundo y a momentos turbio. Bello pero peligroso, algunas veces hostil, algunas veces sereno.
El Mar es mi alma que yace cautiva pero inundaría si quisiese el mundo. El Mar es mi angustia más grande y mi vicio más bello. Es mi ansiedad, mi pánico, mis temores ocultos, mi llanto nocturno, es mi sentimiento en contraste, el más perturbante y el más hermoso. Mi alma es el Mar que nunca comprendes pero que la mayoría ama. Hasta ese día que se roba la vida, que se roba terreno por acción causa efecto. Entonces todos odian al Mar, porque el Mar no podrá jamás ser controlado. Jamás será domado, jamás podrás detenerlo.
Entonces mi alma es una conjugación etérea entre la Luna y el Mar. Perteneciente el uno al otro por naturaleza propia. Ellos son el significado de esta mi alma. Sutil e impulsiva. Acostumbrada a actuar según sea el día. Acostumbrada al amor y al odio, pero nunca en un punto intermedio. Desconfiada y amada, serena e intempestiva. Así es mi alma.
Dicen que tal vez algún día la Luna ya no salga, dicen que el Mar algún día se seque. Así es mi alma, como la Luna y el Mar. Puede ser que algún día no vuelva mostrarse ya más…
Puede ser que algún día, el dolor ya causado le seque y entonces mi Alma… ya no existirá JAMÁS.