Nacimos solos…
A veces nos empecinamos en vivir en pares, en binomios, como si fuésemos 2 mitades, como si fuésemos «plegables».
Nos sentimos partidos buscando ser unidos, aborrecemos nuestra individualidad y sufrimos nuestra soltería, lloramos a la soledad como si ésta fuese un castigo divino o algún karma adquirido…
Buscamos aferradamente vivir en pareja, no esperamos, no somos pacientes, queremos tenerlo ya, en este instante, como si fuese comida chatarra que con tan sólo agregar agua sale por arte de magia.
Desesperadamente vivimos cazando, creando falsas oportunidades, malbaratamos nuestro amor, lo vendemos a plazos fijos, sin intereses, para haber si así, de esa forma alguien cede, para que por fin caiga algo en nuestras redes.
Estamos desesperados esperando incorporar a nuestra vida a alguna alma caritativa que quiera vivir con nosotros aunque sea sólo por un día, suplicamos de rodillas que alguien entre a nuestra vida.
Vamos por ahí poniendo trampas al amor y lo único que logramos atrapar es nuestra propia soledad, reafirmando el sentimiento de vacío por nuestra individualidad.
¿Porque nos aferramos? ¿Porque queremos vivir con alguien? ¿Porque tenemos miedo a estar solos? ¿Porque no nos atrevemos a vivir con nosotros?
No somos un monstruo, ni tampoco somos figuras armables, no somos los rompecabezas de nadie…